Árboles caídos

Descripción

Como tantos otros azares, este libro, al igual que su hermano mayor Una botella en la taiga, tiene un padre y una madre. Su madre es la necesidad, esa ineluctable necesidad de expresión que constituye la matriz primera de la poesía; mientras que su padre es el deber, la obli­ gación de restituir siquiera sea una ínfima parte del generoso caudal recibido con la herencia literaria, a la que tanto debe su autor.

El libro, como lo concibió Cándido, se estructura en un poema pró­ logo y cuatro partes: Confidencias, Ángel, Autorretratos y Memoria. El poema prólogo comienza enumerando los síntomas que anuncian la fatal posesión poética, para después lamentar las dolorosas conse­ cuencias que para su compañera, la garza enamorada, va a tener la ine­ vitable bajada a los infiernos del poeta.

A lo largo de los cuatro capítulos mencionados, con una voz poé­ tica inconfundible («solo es mi voz la inútil arma que poseo»), se va dete­ niendo con ternura en aquellas experiencias que han marcado su vida: la infancia en la aldea, la rivera, los pájaros, la literatura, el cine y, como no, el amor. Pero también aparecen algunos poemas que son una refu­ tación indignada de todo lo que supuso la pandemia: la tiranía de los débiles, el linchamiento del disidente, esas horas expropiadas que antes alimentaban «el bello espejismo de estar vivo».